”Las geometrías apasionantes de Silvia Lerin”. Texto del catálogo PIEL-PINTURA/PAINT-SKIN editado por el Ayuntamiento de Avilés. 2009. Depósito legal: AS-5808/09 (Disponible en inglés)
LAS GEOMETRÍAS APASIONADAS DE SILVIA LERÍN
Conocí el trabajo de Silvia Lerín (Valencia, España, 1975) con ocasión de la convocatoria del Premio Nacional de Artes Plásticas Art Nalón – 2007, uno de los galardones de arte joven más prestigiosos de España, organizado anualmente por el Área de Juventud del Ayuntamiento de Langreo (Asturias). En aquella ocasión, la artista levantina, con una significativa trayectoria en su aval, se hizo con el referido Premio por unanimidad al presentar un magnífico elenco de obras en torno a la abstracción geométrica, enriquecido por un proyecto pictórico de uno de sus “murales removibles”.
La invención del “mural removible” se remonta en la artista al verano de 2006 y consiste en una tipología de mural que permite rehacerse en distintos lugares sin menoscabo de la propia obra. La realización consta de dos fases: la ejecución en el estudio de una parte del trabajo sobre loneta de algodón, que pasa después a adherirse a la pared, y la pintura in situ del resto de la composición.
Las posibilidades de implantación que presenta el “mural removible” en conjunción con el urbanismo y la construcción arquitectónica resultan tan versátiles como infinitas.
Otorgado el premio Art Nalón – 2007 y en mi calidad de director de la Pinacoteca Municipal de Langreo Eduardo Úrculo propuse entonces a la creadora el reto de realizar el proyectado mural, pero adaptándolo a un gigantesco muro de 103 m2, sito en el jardín del Centro. Lerín, que contaba ya con experiencia en la realización de murales¹, asumió aquel audaz encargo con una profesionalidad y un rigor a la altura de los artistas más reconocidos del arte público actual. De esta manera, alumbró una pintura de tan alta calidad en su resolución y tan ajustado vínculo con el entorno que, si bien pensada por todos como efímera, aún hoy se puede contemplar en el jardín de la Pinacoteca.
A esa impecable y afortunada intervención siguió una exposición a finales de 2007 en la galería Dasto de Oviedo (Asturias) bajo el enunciado Los límites del azul ² y, en enero de 2008, tuvo lugar la muestra resultante del referido Premio Art Nalón, celebrada en la Casa de la Cultura Escuelas Dorado, de Sama (Langreo), con el título 45 º. En ambas exposiciones, la joven valenciana, haciendo gala de una extraordinaria creatividad y capacidad de trabajo, pintó sendos “murales removibles” interiores, en fecundo diálogo con las telas que a la sazón exhibía.
Del ciclo desplegado en la Casa de la Cultura Escuelas Dorado procede la pintura Serie 45 º, Nº 9, una soberbia obra³ que, expuesta permanentemente en la Pinacoteca Municipal de Langreo, hace posible, con el mentado mural externo, la representación pública y perpetua de la artista en Asturias.
Fue en el transcurso de ese mismo año 2008 cuando la pintora volvió a presentar su obra ante la concurrencia asturiana con motivo de una colectiva efectuada en el Palacio Revillagigedo de Gijón⁴.
La presente exposición, titulada Pielpintura, reúne piezas datadas desde el citado 2007 hasta el año en curso. Este nuevo evento permite dar a conocer la pintura de Lerín desde otra señalada ciudad asturiana y constituye, de acuerdo a lo esbozado, su cuarta comparecencia en el país, lo que constata una estrecha relación de la artista con nuestra tierra, que es de desear se mantenga y amplíe.
Silvia Lerín, formada en la Facultad de Bellas Artes San Carlos, de la Universidad Politécnica de Valencia, en donde obtuvo su título de licenciada, encontró hacia mediados de 1990 su mejor manera en el ámbito de la expresión geométrica.
La pintora fraguó inteligentemente su producción en esa concreta tradición de la pintura contemporánea occidental, caracterizada por la investigación plástica racionalista y constructiva, y basada en la pura morfosintaxis geométrica, que tuvo su poderosa eclosión en el periodo 1910 – 1930 y vivió sendos y fructíferos repuntes en los decenios de 1960 y 1980.
El repertorio de Silvia Lerín, desplegado en unos diez años, posee dentro de esa corriente abstracta una definida singularidad, dado que la artista, en su búsqueda de una suerte de armonía entre contrarios, introduce sabiamente en sus regladas geometrías diversos elementos intuitivos, ello tanto en los factores compositivos como en los cromáticos.
Así, sus trabajos, creados a través de técnicas combinadas, se articulan sutilmente mediante planos y segmentos que, en sus distintas combinatorias, generan quebraduras, brechas, maclas, solapamientos, yuxtaposiciones, afrontamientos, acoplamientos e intersecciones, a la vez que los campos actuantes de intenso color reciben cuidadosas modulaciones e interesantes registros de empaste y materia.
Las sólidas armaduras de las obras buscan efectos ora de tensión, ora de equilibrio, que tienden a propagarse más allá de los límites del cuadro, a lo que coadyuva la ausencia
deliberada del marco que, si bien protege físicamente la pieza, no es menos cierto que contribuye también a aislarla desde un punto de vista conceptual.
De otro lado se encuentra esa atención a las calidades táctiles, en especial mediante la incorporación del polvo de mármol y la presencia de las señales que dejan los procedimientos de trabajo, lo que ha llevado a la artista a evocar la piel en el título de esta muestra, algo que emparenta decididamente su poética con la de otros grandes creadores del arte actual como, por ejemplo, Sean Scully (Dublín, 1945). No en vano la palabra griega kroma significaba color, pero podía usarse asimismo para denominar la piel⁵.
De igual manera, esa referencia a lo dérmico tiene que ver también con los trozos de loneta que la artista instala en sus “murales removibles”, verdaderos jirones de piel que pasan a encolarse al muro y constituyen la muda de la obra.
En definitiva, son las interacciones entre la ordenada estructura de la imagen, la sensualidad de la epidermis pictórica y el vivo color, lo que distingue estilísticamente las obras de Lerín y las abre, a mi juicio, al mundo de los sentimientos y las pasiones del ser humano. En todas las pinturas de la hacedora valenciana acontece una apasionada confrontación de energías, una lucha entre lo apolíneo y lo dionisiaco, que convierte su mundo estético en una metáfora de la vida.
El resultado es una obra de contundente dibujo, refinada factura, suntuoso color, suprema elegancia, profundo misterio e inmarchitable emoción.
La exposición ofrece también la oportunidad de conocer otras pinturas en soporte de papel y un pequeño muestrario de obra gráfica, conjunto en el que destacan las estampas al aguafuerte y aguatinta de la serie Divisiones (2008).
Asimismo, esta exposición avilesina acoge, como viene siendo habitual en las muestras individuales de la artista, uno de sus espectaculares “murales removibles”, y la interesantísima documentación gráfica de los procesos de trabajo de los otros tres murales a los que he hecho mención más arriba: el correspondiente al jardín de la Pinacoteca Municipal de Langreo (2007), el de la ovetense galería Dasto (2007) y el de la sala de exposiciones de la langreana Casa de la Cultura Escuelas Dorado (2008).
Silvia Lerín, a tenor de su actual producción, se encuentra en la plenitud de su carrera, con una brillante y expansiva trayectoria no sólo seguida y estimada en varias ciudades españolas, sino también en las de otros países, como es el caso, por ejemplo, de Berlín.
La artista crea y ofrece al mundo una pintura muy bien hecha y formulada, acometida con inusitada confianza y seguridad en el propio medio, lo que hace que, en gran parte debido a esto último, constituya uno de los mejores y más prometedores corpus del joven arte español.
1 .- “Mural removible”, Colegio Oficial de Arquitectos de Murcia, España, (2007). “Mural removible”, Casa particular, Valencia, España, (2007).
2 .- Proyecto realizado con la beca Arte AlNorte’07.
3.- M. T. Beguiristain, Cat. Exp. Silvia Lerín 45º, Langreo, Ayuntamiento de Langreo, 2007, p. 21.
4 .- Artistas becados Arte AlNorte.
5 .- Dominguez, Vicente, Cat. Exp. Ramón Isidoro, Transparencia, Lugo, Ayuntamiento de Lugo, 2003.
2009 – Historiador y crítico de arte